¿Sirve de algo llevar un alcoholímetro en el coche?

Antes de nada y para evitar confusiones adelantar que llevar un alcoholímetro en el coche no va a salvarnos de ninguna sanción por conducir bajo los efectos del alcohol. Es decir, si llevo un alcoholímetro en mi vehículo en el que arrojo una tasa de alcohol que no constituye
infracción, por ejemplo 0,18 ml/gr y luego me para la policía y doy 0,30 mg/l no voy a poder alegar error en mi alcoholímetro para librarme de la sanción.

El alcoholímetro es de uso personal y no pasa revisiones en centros certificados por lo que cualquier resultado que arroje no servirá de nada en vía judicial ni administrativa. Sin embargo llevar un alcoholímetro homologado en el coche puede ser una decisión acertada que puede ayudarnos en muchos sentidos. Este pequeño dispositivo puede ayudar a prevenir accidentes de tráfico causados por el consumo de alcohol, evitando así consecuencias graves tanto para el conductor como para otras personas en la carretera.

El beneficio principal de llevar un alcoholímetro homologado en el coche es que te permite comprobar tu nivel de alcohol en aire expirado de forma rápida y sencilla antes de ponerte al volante. De esta manera, puedes cerciorarte de que estás en condiciones de conducir de manera segura y evitar posibles sanciones por superar los límites permitidos de alcohol en sangre.

Como hemos adelantado no debemos fiarnos en exclusiva del resultado que arroje el alcoholímetro ya que existen problemas de fiabilidad en los resultados, simplemente nos pueden ayudar a tener una idea de cual es nuestro nivel de alcohol en aire expirado, evidentemente debe primar nuestro sentido común y ante la duda tomar la decisión más cautelosa.

Resulta evidente que tener un alcoholímetro homologado en el coche puede ayudarte a tomar decisiones más responsables cuando salgas de fiesta o de cena con amigos. Saber que puedes medir tu nivel de alcohol en cualquier momento te hace más consciente de los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol y te anima a buscar alternativas seguras para regresar a casa, como utilizar un servicio de taxi o pedir a alguien que te lleve.

Debemos recordar que conducir bajo los efectos del alcohol puede constituir una conducta delictiva siempre que se supere el límite de 0,60 gr/litro de aire expirado o incluso con tasas más bajas si se demuestra que la conducción estaba influenciada por el consumo de alcohol. Existen infinidad de sentencias penales que condenan a conductores con tasas inferiores a 0,60 pero que han sufrido un accidente a consecuencia del consumo de alcohol, o que conducían de forma errática. En cualquier caso superar el límite genérico de 0,25 ya supone infracción administrativa con multa y pérdida de puntos.


En Francia, en el año 2012, se publicó una normativa que hacía obligatorio llevar un alcoholímetro homologado en el coche. Esta medida fue implementada con el objetivo de reducir los accidentes de tráfico causados por el consumo de alcohol y concienciar a los conductores sobre los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol. Sin embargo dicha medida fue derogada sin que llegara a tener aplicación efectiva por dos motivos principales, por un lado la práctica imposibilidad
de abastecer de alcoholímetros a todos los conductores, y por otro lado la falta de fiabilidad de estos aparatos.

En resumen, aunque no sean fiables al 100% y no te vaya a servir como defensa en caso de que te pare la policía y arrojes un resultado positivo cuando tu alcoholímetro dio negativo, llevar un alcoholímetro homologado en el coche es una medida preventiva muy útil y eficaz para
reducir los riesgos de accidentes
de tráfico relacionados con el consumo de alcohol que te permite tomar decisiones más conscientes y responsables en relación con la conducción, fomentando así una cultura de seguridad vial en tu entorno.

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