La mejor opción para evitar problemas es abstenerse completamente de consumir alcohol antes de conducir, según la información proporcionada por la Dirección General de Tráfico (DGT). La tasa de alcohol debería ser siempre cero para prevenir cualquier tipo de infracción.
Ahora bien, si deseas obtener más información sobre los Test de Alcoholemia, estás en el lugar indicado. Aquí te explicaremos los distintos tipos de pruebas y te proporcionaremos detalles sobre cada una de ellas.
¿Cual es la tasa de alcohol máxima permitida?
En cuanto a la tasa máxima permitida de alcohol, esta es de 0.25 mg por litro de aire espirado y 0.5 gramos por litro de sangre. No obstante, es fundamental tener en cuenta que la opción más segura es mantener una tasa de alcohol de cero. Lograrlo es tan sencillo como no consumir alcohol si tienes planeado conducir.
Es importante mencionar que la tasa permitida no es la misma para todos los conductores. Por ejemplo, los conductores profesionales y los conductores novatos tienen una tasa máxima inferior, no pudiendo superar los 0.15 mg por litro de aire espirado o 0.3 gramos por litro de sangre.
En el caso de los conductores menores de edad, que pueden conducir vehículos como motocicletas o patinetes eléctricos, la tasa de alcohol permitida es cero. Es relevante recordar que los conductores de patinetes eléctricos también pueden ser sometidos a controles de alcoholemia.
¿Los conductores de patinetes tienen que hacerse la prueba de alcoholemia?
Es importante dejar claro que al igual que todos los conductores, quienes utilizan patinetes eléctricos deben cumplir con la obligación de realizar pruebas de alcohol y drogas cuando se las soliciten los agentes de Tráfico, según lo señala la DGT.
Es esencial recordar que estas normativas aplican tanto a vehículos tradicionales como a medios de transporte más novedosos, como los patinetes eléctricos. Cumplir con estas disposiciones contribuye a la seguridad vial y al respeto de las normativas establecidas para todos los usuarios de la vía. En este caso las multas pueden llegar a ser de 1000 euros o incluso superiores. Todo dependerá del resultado de la prueba.
¿En qué consisten los Test de Alcoholemia?
Cuando nos detienen para realizar la prueba de alcohol, generalmente nos someten a un dispositivo móvil o portátil llamado alcoholímetro, el cual es altamente preciso.
El policia solicitará al conductor que sople en el alcoholímetro durante unos segundos. Aunque el agente proporcionará las indicaciones precisas para garantizar un resultado preciso. Después de soplar, la pantalla mostrará la tasa de alcohol. Si es inferior a 0.25 mg, se permite continuar circulando. Si es igual a 0.25 mg, es probable que debas esperar unos diez minutos para realizar una segunda prueba. Si es superior, se emitirá una denuncia y se deberá afrontar la multa correspondiente.
En caso de dar positivo, es común que haya un equipo de precisión en una furgoneta especializada, donde se realizará una segunda prueba para obtener el resultado final. Si la tasa es igual o superior a 0.25 mg, la denuncia será efectiva, acompañada de la retirada de puntos y una sanción económica.
¿Qué implica la prueba de alcohol en sangre?
Si el conductor sigue negando la tasa obtenida después de la prueba en la furgoneta, se procede a realizar una prueba de alcohol en sangre. Esta prueba se lleva a cabo en laboratorios especializados que cumplen con ciertos requisitos.
La prueba de alcohol en sangre solo se realiza a conductores que están seguros de no haber consumido alcohol y aún así dan positivo. Es una prueba costosa, y los gastos corren a cargo del conductor. Sin embargo, si el resultado es negativo y demuestra que el conductor no ha consumido alcohol, los costos serán cubiertos por la administración.
Sin duda, la prueba de alcohol en sangre solo debería llevarse a cabo si el conductor está completamente seguro de no haber consumido alcohol.
¿Cuáles son las principales multas por dar positivo en el test de alcoholemia?
La multa está vinculada a la tasa de alcohol en sangre obtenida en el resultado final de la prueba.
- Si el alcoholímetro marca una tasa de 0.26 a 0.5 mg por litro, la sanción será de 500 euros y cuatro puntos.
- Si la tasa se sitúa entre 0.50 mg por litro hasta 0.6 mg por litro, la multa será de seis puntos y 1000 euros.
- Si la tasa final es superior a 0.6 mg por litro, la denuncia se convierte en un delito penal, lo que puede resultar en una condena de hasta seis meses de prisión, una multa económica de hasta doce meses y la retirada del permiso de conducir por uno a cuatro años.
En caso de reincidencia, las multas y penas serán mayores, incluso con la posibilidad de prisión directa y una prolongación en la retirada del carnet. Para evitar cualquier tipo de susto, la solución es sencilla, no beber ni una sola gota de alcohol a la hora de coger el coche o cualquier otro tipo de vehículo.